En la barra del bar.... o en el escenario. Lo mismo da...

Viernes noche. Habitualmente sin planes, pero hoy las necesidades afectivas de mi esposa estaban por encima de todo y nos fuimos al ensayo de Naked NaNa (por cierto, pinta bien). La lasaña estaba buena (y si la hubieran descongelado ya habría sido la ostia).

Visto el plan, no era de extrañar que acabáramos en el Karajote. Cuánto tiempo sin ir y cuantas ganas acumuladas, ¿verdad Qayna? Solo faltó tu agüita amarilla. Me lo pasé genial, debido en gran parte a la Chony "der polígonos" con su "reketón", al que bailaba y cantaba por Shakira y, cómo no, al Triana... . ¡Qué hombre, por Dios! ¡Qué ímpetu a la hora de interpretar! No le hacía falta ni la base musical (el ponecanciones lo anunciaba por el micro y el Triana se subía a cantar el cumpleaños feliz por sevillanas).

Cuando terminó la primera sevillana parecía que me habían dado una paliza. El cansancio, sumado al traje hipertérmico que parecía llevar (y sólo era un sweter...) me dibujaban como un ser indescriptible, pero con falda de camuflaje, eso sí.

Antes del Momentazo Triana 1.0 me pasó una cosa, como diría Qayna, "muy mooona"... . La versión elegante (físicamente hablando) de David el de Estopa subió al escenario, bordó no recuerdo qué canción.... ¡y me pidió que cantara otra a dúo con él! La verdad es que me hizo un montón de ilusión (no todos los días se me acerca un tío semiwapo si no es para pedirme fuego). Y si la Marta Sánchez y el Bocelli no cantaran tan agudo lo habríamos clavado.

El morbo apareció personificado en una versión mejorada de mi chico Rayban (próxima entrada, lo prometo, merece la pena dejarlo escrito). Nosotras no conocíamos la canción (una en inglés), pero nos dio igual... . Estaba tan bueno que creí entender hasta la letra...

Faltan muchos más detalles que cerraron la noche, pero la entrada es demasiado larga ya como para seguir escribiendo (sé que no lo leeríais, perros), y no es plan de malacostumbraros...

Por supuesto no podía faltar un dueto con mi esposa. Sencillamente perfecto, cariño. Y si no, que se lo pregunten a los sapos...

Nos vemos en los bares.