Del profesorado de la Facultad y otros fenómenos para(sub)normales...

Más de una vez nos hemos encontrado ante nuestras narices que el profesor tal de la materia cuál no tiene ni idea. El problema es que en mi facultad esto ocurre con demasiada frecuencia.

Por ejemplo, hemos tenido una profesora sin contrato que una vez legalizada "olvidó" un bonito día que tenía que dar clase a sus alumnos y no vino, dejándonos ahí plantaditos cual lechugas. Hace 3 años, cuando iniciaba el tortuoso camino de la universidad (porque la vida universitaria no ha pasado por mi casa), tuve una asignatura en la que podía haber aprendido mogollón sobre lo que en un futuro será mi profesión: Tecnología de los Medios Audiovisuales. Se supone que te enseñan a desenvolverte con la cámara, en el estudio de radio y en el plató de televisión. Bien, pues a lo máximo que llegamos en clase fue a la cámara, eso sí, el trípode lo monto y lo desmonto que da gusto verme. La verdad, no es de extrañar teniendo en cuenta que la asignatura la impartía un filólogo hispánico...

Entre las pifias varias dentro del profesorado, este año la verdad es que vamos completitos. De nuevo tenemos una asignatura de tecnología en la que nos enseñan, por enésima vez, a McLuhan y sus ralladas. Es decir, lo que venimos dando desde primero. Eso sí, aderezado con un ceseo / seceo algo incomprensible a veces, un único ato de ropa y un peinado, cuanto menos, sospechoso.

Análisis del Discurso Periodístico es otra historia. A Benigni hay que echarle de comer aparte. Me resulta complicado hasta describirlo. Tanto, que desde que he empezado este párrafo no he hecho una frase larga. Inestable, inquieto, impredecible a veces... y todas los adjetivos que empiecen por "i" seguro que sirven para definirlo, que ya sería un gran paso. Y si alguien sabe decirme de qué va su asignatura ya sería la ostia.

Si a esta macedonia de profesorado le sumamos la rapidez y el buen funcionamiento de la Secretaría, la amabilidad de las vedelas, la seguridad de los cimientos del edificio y un decano que dice ser heavy sólo porque lleva traje con zapatillas, tal vez nuestros padres entiendan que no es que nosotros seamos vagos o no estudiemos. Es que es imposible.


Y menos, si la cafetería sigue siendo tan barata.


Nos vemos en los bares (hoy más y mejor dicho que nunca).